martes, 21 de abril de 2015

ensayo sobre revolución francesa


LA REVOLUCION FRANCESA
La revolución francesa fue un proceso social y político acontecido en Francia entre 1789 y 1799, cuyas principales consecuencias fueron el derrocamiento de Luis XVI, perteneciente a la Casa real de los Borbones, la abolición de la monarquía en Francia y la proclamación de la I República, con lo que se pudo poner fin al Antiguo Régimen en este país. Aunque las causas que generaron la Revolución fueron diversas y complejas, éstas son algunas de las más influyentes: la incapacidad de las clases gobernantes —nobleza, clero y burguesía— para hacer frente a los problemas de Estado, la indecisión de la monarquía, los excesivos impuestos que recaían sobre el campesinado, el empobrecimiento de los trabajadores, la agitación intelectual alentada por el Siglo de las Luces y el ejemplo de la guerra de la Independencia estadounidense.
 Con este trabajo pretendemos que muchos de los factores que hicieron posibles la revolución francesa, queden aún más claros de lo que hoy en día lo están.
 Finalmente creemos que hay que tener muy en cuenta que si no hubiera sido posible la revolución francesa, hoy en día no gozaríamos de vivir en un país regido por una democracia, ya que obviamente esta revolución fue el primer paso que dieron los hombres para que se tengan en cuenta sus derechos como personas y deberes como un ciudadano.

CÓMO EMPEZÓ LA REVOLUCIÓN FRANCESA
 La revolución francesa no empezó por un tumulto, sino por un idilio. Al anunciar Necker el 1º de enero de 1789 que el Rey convocaba los Estados Generales, concediendo al Tercer Estado una doble representación, la noticia fue acogida con entusiasmo enternecido y la bondad de Su Majestad Luis XVI hizo verter “torrentes de lágrimas”. Robespierre, abogado de Arrás y honorable burgués, hablaba de Luis XVI como de un hombre oportuno predestinado por el cielo para dar cima a una revolución. Más las ideas eran menos claras que vivos los sentimientos. ¿Se votaría por órdenes o por cabezas? El ministro no había dicho nada de esto. De votarse por órdenes todos los efectos de la doble representación quedarían anulados. ¿Y qué significaba una consulta electoral en un país sin educación política? A falta de candidatos y de profesiones de fe, se pidió a los electores que fueran quienes redactaran los programas, en forma de cuadernos (Cahiers)
 Algunos folletos les daban advertencias y consejos. El más célebre fue el de abate Sièyes, sacerdote agriado, frío, razonable. “¿Qué es el Tercer Estado? Todo. ¿Qué ha sido hasta el presente? Nada. ¿Qué quiere ser en adelante? Algo.” Este folleto conoció un éxito entusiasta y se vendieron 30000 ejemplares.
 A pesar de que los tres estados estaban de acuerdo en que la estabilidad de la nación requería una transformación fundamental de la situación, los exámenes estamentales imposibilitaron la unidad de acción en los Estados Generales, que se reunieron en Versalles el 5 de mayo de 1789. Las delegaciones que representaban a los estamentos privilegiados de la sociedad francesa se enfrentaron inmediatamente a la cámara rechazando los nuevos métodos de votación presentados. El objetivo de tales propuestas era conseguir el voto por individuo y no por estamento, con lo que el tercer estado, que disponía del mayor número de representantes, podría controlar los Estados Generales.
 A partir del 15 de mayo, una docena de sacerdotes demócratas respondieron a esta llamada; en unión de ellos, los diputados del Tercer Estado se proclamaron en Asamblea Nacional (17 de junio)
 Esta Asamblea ilegal esperó ser disuelta desde el primer día, pero no lo fue. La asamblea juró no separarse jamás y reunirse en cualquier parte donde las circunstancias lo exigieran hasta que la Constitución estuviese firmada sobre sólidos cimientos.
 La toma de la Bastilla es uno de los acontecimientos de los que no es fácil ni siquiera equitativo hablar objetivamente. Una vez tomada la Bastilla, el gobernador y otros soldados fueron asesinados cuando ya estaban indefensos. El efecto de la toma de la fortaleza fue prodigioso. Inmediatamente el pueblo conoció toda su fuerza. Robespierre resumió así el balance de la jornada: “La libertad pública conquistada, poca sangre vertida, sin duda alguna cabezas caídas, pero cabezas de culpables..... ¡Oh señores; a este motín debe la nación su libertad!” el 14 de julio de 1789 había sido, pues, la primera de las grandes “jornadas revolucionarias”, dramas rápidos que cada vez, en pocas horas de levantamiento o motín parisiense, debían cambiar la faz de Francia.
 El 14 de julio, el rey cazó durante todo el día; después fatigado se fue a acostar. El día 15, por la mañana, el Duque de Liancourt le despertó para anunciarle lo que ocurría. “¿Es una revuelta?”, preguntó Luis XVI. “No, Sire; es una revolución”. El rey prometió retirar las tropas; la monarquía renunciaba a defenderse. La Asamblea se sintió, ante todo, consternada; en una gran mayoría era burguesa, opuesta a toda violencia. Desbordada, cerró el paso a las multitudes de París, que ahora se encaminaban a la Bastilla para demolerla. El astrónomo Bailly, héroe del juego de la Pelota, fue nombrado alcalde de París, y La Fayette, héroe del Yorktown, se puso al mando de la guardia Nacional. El 17 de julio, Luis XVI fue a París, acudió al Hôtel de Ville y recibió la escarapela tricolor. Aceptaba, por lo tanto, La Revolución, pero sin inteligencia y sin entusiasmo, de modo que no sacó ningún beneficio de su actitud.
 La multitud colgó “de la linterna”, sin juicio, al consejero de Estado Foulon, encargado del abastecimiento de París. En las provincias los municipios se esforzaron, por asegurar una trancisión ordenada y pacífica. Más dos temores engendraron pronto lo que se llamó “el gran miedo”; uno de ellos, fue el temor del hambre, porque los trigos no circulaban por el país; el otro fue el temor de los bandidos.
 En la noche del 4 de agosto, en la Asamblea, el Vizconde de Noailles, uno de los compañeros de La Fayette en América, afirmó que siendo el único motivo de esta agitación el mantenimiento de los derechos feudales, el único medio de hacerla cesar era abolirlos. La Asamblea aplaudió con delirio a este joven que así adhería al Evangelio del Tercer Estado; los diputados lloraban y se abrazaban. En el entusiasmo de esta sesión cada uno quería renunciar a algo: a la caza, a los placeres, a las frivolidades. El Tercer Estado se declaró enternecido por esta “orgía de generosidad” de los privilegiados. Y en efecto, el 4 de agosto fue un día de unión y de amor, del que la nación pudo estar orgullosa.
 A decir verdad, la abolición de los derechos feudales no fue del todo completa; la mayoría eran simplemente rescatables. La abolición no fue absoluta hasta julio de 1793.
 Jamás un régimen se suicidó tan rápidamente. En abril la Monarquía parecía todopoderosa; en agosto no le quedaba casi nada de sus antiguas instituciones.
CAUSAS:
•     la incapacidad de los gobernantes para hacer frente a los problemas del Estado, la indecisión de la monarquía, el empobrecimiento de los trabajadores y los excesivos impuestos que recaían sobre el campesinado, el florecimiento de la intelectualidad y “despertar de la razón” provocada por el siglo de las luces y el ejemplo reciente de la guerra de Independencia de USA.
•     Los factores económicos anteriores a la Revolución también jugaron un papel muy importante, comenzando por las periódicas crisis económicas que fueron motivadas por la batallas llevadas adelante por Luis XIV, la mala administración de Luis XV; las cuantiosas pérdidas que acarreó la Guerra de Francia e India.
•     Todos estos acontecimientos terminaron con la paciencia de todos y llevó a que el 14 de Julio de 1789, más de 40.000 personas tomaran la Bastilla, una prisión pero en la que además interesaba recoger pólvora para las armas pues estaba totalmente decidido atacar el Estado desde sus mismas estructuras y revertir el orden social.
 CONSECUENCIAS:
•     Las principales consecuencias de la Revolución Francesa fueron el derrocamiento de Luis XVI del trono, como así la abolición de la Monarquía en Francia, con la consecuente proclamación de la llamada I República, poniendo fin así al Antiguo Régimen.
•     Este proceso le puso fin a los privilegios con los que contaban tanto la aristocracia como el Clero, eliminado la servidumbre, el diezmo y los derechos feudales. También se disgregaron las propiedades como se introdujo el principio de distribución equitativa en el pago de impuestos.

•    Otras consecuencias de la Revolución Francesa fueron las diversas transformaciones sociales y económicas donde debemos incluir la supresión de pena de prisión por deudas y la abolición de herencia de tierras al primogénito en las familias.
•     No debemos olvidar que dentro de las consecuencias de la Revolución Francesa ubicamos a Napoleón Bonaparte, quien instituyó durante el Consulado algunas reformas de gran importancia, como la fundación del Banco de Francia, la implantación de un sistema educativo que revocaba al anterior secular y muy centralizado.
•     Además ordenó crear la Universidad de Francia a la cual podían ingresar todos los ciudadanos a un puesto de enseñanza sin importar su procedencia ni su estatus social. Propuso además reformas legales, como son el derecho de habeas corpus, la celebración de juicios justos y sobre todo, la igualdad ante la ley.
•     La religión no quedó fuera de las consecuencias ya que se desempeñó un importante papel, más que nada a favor de la sociedad, permitiendo la libertad de culto y la libre expresión de la fe que profesara cada uno de los integrantes de la sociedad francesa de la época.

CONCLUSIONES
•   
En realidad, no es nada fácil explicar el acontecimiento que supuso la Revolución Francesa, ya que ha habido una serie de factores que la hicieron posible, como por ejemplo el cobro desigual de los impuestos, la prioridad que tenían la nobleza y el clero frente al tercer Estado, además de la obtención de cargos importantes únicamente adquiridos por la nobleza.
•    Creemos que la revolución francesa no sólo ha sido uno de los acontecimientos más importantes de la historia sino, que ha sido uno de los primeros pasos que dio el hombre para defender sus derechos, y por consiguiente también la mujer.
•     Con respecto al reinado del Terror, creemos que ha sido una de las peores etapas de la Revolución, ya que se produjeron cerca de 3500 guillotinados en toda Francia, se puede decir que ha sido una de las negras etapas por las que ha pasado la humanidad en todos nuestros tiempos, a parte de la crueldad y la frialdad con la que los acusadores dictaban sentencia, incluso tratándose de gente inocente.
•     También hemos podido observar la competitividad que han tenido los partidos constitucionales, pero incluso, a pesar de este sentimiento, algunos, como por ejemplo Danton lloraron por la muerte de sus adversarios.
•     Con respecto a Napoleón, hemos de decir que es un gran ejemplo de una persona avariciosa, inconformista y perseverante.

7 comentarios:

  1. Sandra, yaya esta bien tu ensayo esta bien no tengo nada que decirte porque lo poco que aportaste esta bien e hizo interesante la lectura solo que tienes que especificar bien algunas cosas

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  2. faltan las causas, convención, consecuencias y un poco mas eso debiste resumir un poco (ta bn tu trabajo) (y)

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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